jueves, 10 de diciembre de 2020

DEVOCIONAL 10 DE DICIEMBRE

 

PAZ Y ARMONÍA

"La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo." Juan 14.27


La verdadera paz es aquella que Cristo da. Solamente a partir de la paz de Cristo es que podemos compartir paz con nuestros semejantes. La paz de Cristo, que no es la paz mundana, nos capacita para dar amor, a nosotros mismos y a los demás.


Por medio de la oración, también podemos compartir la paz del señor, con la familia, la comunidad y el mundo. La bondad fluye como el agua pura. Sirve como un catalizador para la paz, la armonía y la compasión alrededor del mundo.


En Cristo, nuestro Salvador, estamos unidos en un vínculo de comunión y paz. En este Adviento recibamos el regalo de la paz verdadera que Cristo nos trajo.


Oración: Dios, derrama tu paz sobre nuestro mundo. En el nombre de Jesús. Amén.


Autor: Dr. Andrés Ayala

miércoles, 9 de diciembre de 2020

DEVOCIONAL 9 DE DICIEMBRE

 PAZ PERDURABLE


"Jesús se levantó y reprendió al viento, y dijo a las aguas: «Silencio! A callar!» Y el viento se calmó, y todo quedó en completa calma." Marcos 4.39


En el libro de Marcos, capítulo 4, los discípulos navegaban por el mar con Jesús, cuando comenzó a arreciar una tormenta que los asustó muchísimo. Sin embargo, Jesús estaba durmiendo apaciblemente. Tras ser despertado, se incorporó y ordenó, con calma pero con firmeza: «Silencio! A callar!» Y, de inmediato, la tormenta se calmó.


Jesús no negó que los discípulos estuviesen asustados o que hubiese una tormenta. Más no les dio poder a estas condiciones. Sencillamente pronunció palabras de autoridad desde la paz de su ser, y todo cambió.


La dulce escena del nacimiento en la mañana de Navidad es una hermosa expresión de la paz radiante que Cristo trae al mundo. En el pesebre, toda la creación — representada simbólicamente por María y José, los ángeles, los tres Reyes Magos, los pastores, los animales y la estrella— se congrega alrededor de la presencia pacífica de Cristo, cuyo poder y amor transforman nuestro mundo.


Oración: Querido Señor, dame tu paz, que es profunda y perdurable. Amén.


Autor: Dr. Andrés Ayala